¡Una práctica intensa y con muchos beneficios!
El Ashtanga yoga se diferencia de otras prácticas por su nivel de intensidad y su esencia dinámica: es una disciplina que sigue una secuencia de movimientos sincronizando las posturas del cuerpo y la respiración. La secuencia siempre es la misma y el practicante añade posturas a medida que su práctica progresa.
Junto con la secuencia, otros elementos clave de la disciplina son un tipo de respiración que genera calor en el cuerpo, el control de la energía mediante posturas específicas y el punto donde se focaliza la mirada. En su conjunto, la práctica purifica el cuerpo físico, mental y emocional.
Mediante la práctica de las ocho ramas de ashtanga se limpian las impurezas del cuerpo y de la mente que impiden acceder a la verdadera naturaleza del alma de cada uno.
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